Por Edward Alejandro Jaramillo Álvarez – Antioquia Minera

Durante décadas, el mercurio ha sido utilizado en la minería artesanal y de pequeña escala (MAPE) como una solución rápida y económica para la extracción de oro. Sin embargo, sus consecuencias para la salud humana y el ambiente han sido devastadoras: enfermedades crónicas, contaminación de fuentes hídricas y afectación de ecosistemas completos.

Hoy, la transición hacia tecnologías limpias es no solo urgente, sino posible. En distintos territorios de Antioquia y América Latina, mineros formales y en proceso de formalización están demostrando que es viable producir oro sin contaminar. Estas son cinco tecnologías que ya están cambiando el juego:

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1. Mesas gravimétricas: oro sin químicos

Estos equipos aprovechan la diferencia de densidades entre el oro y otros materiales. Mediante vibración controlada y agua, separan el mineral con alta eficiencia.

• Son de bajo consumo energético.
• Funcionan bien con partículas finas y sin necesidad de usar químicos.
• Son ideales para plantas comunitarias o cooperativas mineras.

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2. Centrífugas: velocidad y precisión

Equipos como el Knelson o el Falcon han sido adaptados a escala pequeña. Utilizan fuerza centrífuga para concentrar el oro, logrando una recuperación superior al 90% sin usar mercurio.

• Se adaptan a zonas rurales.
• Algunos modelos funcionan con energía solar o baterías.
• Son una opción potente para mineros formalizados.

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3. Imanes de neodimio: limpieza previa del material

Aunque poco conocidos, los imanes de alta potencia permiten retirar magnetita y materiales ferrosos antes de la concentración.

• Mejoran la eficiencia de las mesas o centrífugas.
• Reducen el desgaste de equipos.
• Son accesibles y fáciles de implementar.

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4. Lixiviación en reactores cerrados: precisión sin contaminación

En casos donde el oro está muy fino o en sulfuros, es posible usar lixiviantes alternativos como tiosulfato o tiourea en sistemas controlados.

• No emiten vapores tóxicos.
• Permiten recuperación química sin dañar el entorno.
• Son cada vez más asequibles gracias a innovación nacional.

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5. Retortas: transición responsable

En zonas donde el mercurio aún se usa, las retortas permiten condensar el vapor tóxico y reciclar el metal, evitando su liberación al aire.

• Son una herramienta de mitigación mientras se implementan nuevas tecnologías.
• Representan un paso clave hacia la formalización.
• Su uso responsable es respaldado por programas institucionales.

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¿Y ahora qué?

La tecnología está disponible. La pregunta ya no es si se puede, sino cómo acelerar la transición hacia una minería libre de mercurio. En Antioquia, comunidades como Remedios, El Bagre y Segovia ya están dando el paso con resultados concretos.

Desde Antioquia Minera, documentamos esta transformación aunando esfuerzos de formación, divulgación y trabajo conjunto con autoridades, investigadores y los propios mineros.

Eliminar el mercurio no es un sueño: es una decisión técnica, política y ética.